2. TOILETTE DE EMOCIONES

Hay un simple hecho que permite vencer el miedo a las emociones.
Sentir no es peligroso.
Las heridas emocionales y el miedo a sentir se curan cuando decides parar de huir y aceptas experimentar tus emociones, seguro de que eso no puede hacerte ningún daño.
No sólo no es peligroso sino todo lo contrario. Exponerte a sentir en dosis homeopáticas, asimilables, te permite experimentar emociones de las que antes debías escapar a cualquier costo -miedo, rabia, descontrol, desesperación, pánico, vergüenza, excitación, celos, deseos, etc.-
Al hacerlo irás viendo que sentir algunas sensaciones puede ser muy desagradable y hasta exasperante, pero no hace ningún daño, no es peligroso, sino que te permite sobrevivir a algo injustamente temido y salir fortalecido cada vez, igual que cada vez que te expones un poco al sol, tu piel se va bronceando.

Cuando se despierta una emoción no deseada y la experimentas en profundidad, luego de un rato se extingue naturalmente, como una carcajada o un llanto, que duran un tiempo y luego aplacan.
Pero si la reprimes o impides que cumpla su ciclo vital, la emoción no desaparece, sino que puede quedar aprisionada dentro de ti, aun por años o décadas, causando trastornos en las más diversas áreas de tu vida.

Igual que la higiene corporal, del sueño o ir al baño, la Higiene Emocional es el conjunto de conocimientos, hábitos e instalaciones que permiten adaptar tu vida al ritmo natural de las emociones.
Es una estrategia que una vez “instalada”, deja tu vida totalmente lista para que cuando una emoción reprimida o no deseada se despierte, sepas perfectamente lo que tienes que hacer, tengas preparado todo lo necesario para ello, y tengas el hábito de proceder a hacerlo de inmediato.